Volume I, Chapter §2.1 Definición de la profesión |
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¿Qué es un Paralegal?
Apuntes de clase Debe saberse que hay dos tareas que el Profesional legal no está autorizado a asumir:
Estos son dos puntos tremendamente importantes. Cualquier excepción de la que se hable en este curso, u otro medio, es sólo eso: una excepción. Tome nota de estos puntos y recuérdelos. Otro problema es la ocasional confusión en cuanto a la identidad de los abogados y los Profesionales legales. Asegúrese entonces de identificarse claramente cuando entreviste a los clientes, acuda a los tribunales o vaya a otros bufetes. Una cuestión. Probablemente halle una referencia en este Cuaderno o sitio en la red a 3 actividades que el Profesional legal no debe realizar. En realidad, la tercera actividad se relaciona con las otras dos que se mencionaron anteriormente, pero se ha convertido en algo controversial. Esa tercera tarea es:
Muchos Profesionales legales enfrentan un dilema: sus abogados empleadores les asignan la realización de deposiciones. Si bien estos Profesionales legales tienen la habilidad necesaria para efectuarlas, las reglas de los tribunales y las leyes de los estados no lo permiten. A los efectos de este curso,los Profesionales legales deben asumir una actitud conservadora y considerar que no está permitido. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando se le pide al Profesional legal que realice una deposición y el abogado (que paga su sueldo) insiste?. Lo mejor en tal caso es seguir estos pasos:
Hay muchos abogados que son sumamente competentes. Hay muchos que son mediana o insuficientemente competentes. Lo esencial es no admirarlos demasiado. Ellos son personas comunes y corrientes y no se les hace verdadera justicia si se les coloca sobre pedestales y se espera que sean seres sobrehumanos. Como lo dijo un abogado en una oportunidad: “Si ser un abogado fuera tan difícil, no habría tantos.” Pues bien, las mismas reglas se aplican a los Profesionales legales. Corre de su cuenta trabajar dura y éticamente para evitar que dentro de veinte años la gente esté haciendo chistes acerca de los Profesionales legales. Sí, es una profesión nueva. Y hay oportunidades excelentes. Realmente me encantó trabajar como Profesional legal. En realidad, aún cuando tomé el curso de formación de Profesionales legales con la idea de prepararme para estudiar derecho, decidí que prefería ser Profesional legal y no abogado. La razón puede resultar extraña: En el bufete donde trabajaba en Denver, Colorado, había cerca de 25 abogados y 4 Profesionales legales. Después de estar allí unos tres meses aproximadamente, me pareció obvio que los abogados no eran felices y detestaban ir al trabajo. Los Profesionales legales, por el contrario, parecíamos satisfechos, nos gustaba nuestro trabajo y estábamos en paz con nosotros mismos. Creo que la explicación se encuentra en las tremendas presiones que los abogados enfrentan. Facturar las horas, atraer nuevos clientes, satisfacer a los socios del bufete. Todo eso resta energías. No parecía valer la pena, al menos en mi opinión. Por eso decidí seguir trabajando como Profesional legal. De hecho sólo había algo que me atraía más que trabajar como Profesional legal y era: educar Profesionales legales. Empecé a dar clases sólo una semana después de graduarme en el programa de formación de Profesionales legales del campus de Denver de la Universidad de Colorado (fui el primer instructor que no era abogado). Después de trabajar por tres años en el bufete, renuncie al trabajo para dedicarme a la enseñanza a tiempo completo. Bien, ya basta de mi historia.
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